Para celebrar esta festividad, nuestros niños han elaborado unas terroríficas calabazas y simpáticos fantasmitas para decorar sus habitaciones. El proceso ha sido largo y laborioso y todos han participado en la medida de sus posibilidades. Cogimos cartones de huevos y sacamos los moldes para las figuras. Luego, los niños las pintaron con témperas de colores y le dieron una capa de cola para que brillaran. El resultado: muy bonito y colorido.
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